Costumbrismo y burguesía
Pintor español, notable exponente de la Escuela Malagueña de Pintura. Fue el pintor preferido de la burguesía malagueña del siglo XIX y principios del XX; su obra costumbrista alcanzó una sobresaliente maestría. Desde pequeño, ya mostraba interesantes cualidades para dedicarse al dibujo y a la pintura. De esta forma, fue pensionado por el Marqués de Guadiaro en 1864 para viajar a Roma, donde perfeccionó su arte y estilo durante dos años. Allí conocería y se dejaría impresionar por la obra del pintor catalán Mariano Fortuny.
De regreso a Málaga, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, donde tuvo como profesor al gran Bernardo Ferrándiz. En aquel período, intentó beber del estilo pictórico de Fortuny, llegando prácticamente a mimetizarse con su pintura minuciosa, preciosista y colorista. En 1872, se presentó en la Exposición de Bellas Artes de Málaga con varios cuadros de influencia taurina, alzándose con el primer premio con ‘Un lance de toros’, que fue adquirido por el Liceo malagueño. Dentro de esa línea de la tauromaquia, una de sus obras más destacadas fue ‘Después de la corrida’, expuesta actualmente en el Museo de Málaga. Denis Belgrano compartió estudio con el también pintor Emilio Ocón, que poseía un estilo, una técnica y una temática totalmente opuesta a la de su compañero.
Regresó a Roma en 1875, donde residió durante dos años, y volvió a España como pintor ya consagrado. En ese momento, se le encargó la decoración del palacio de la familia Heredia. Su estilo predominante es el costumbrismo romántico de casacón, con influencias burguesas, amable e incluso ecléctico. También daba un cierto toque de humor, cercano a veces a la caricatura, a algunos de sus cuadros. En 1878, recibió el encargo del Ayuntamiento de Málaga de pintar el retrato de la Reina María de las Mercedes, una de sus mejores obras.
Fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Málaga en diferentes grados y asignaturas hasta que, en 1907, obtuvo la plaza en propiedad. También se encargó de la decoración del techo del antiguo Conservatorio María Cristina, con ‘El tocado de Venus’, que completaría la trilogía junto a ‘La Coronación de Dante’ y ‘La Aurora’, de Joaquín Martínez de la Vega. Falleció en su ciudad natal a los setenta y tres años, siendo enterrado en el Cementerio de San Miguel de la capital.