Filosofía y teología
Sacerdote católico, filósofo, teólogo y traductor español. Hijo de padre anticlerical volteriano y de madre ferviente católica, recibió una educación europeísta de alta formación intelectual. Estudió el bachillerato en el Liceo de Bayona y se licenció en la carrera de Letras en la Universidad de Burdeos, en 1905. De regreso a España, siguió formándose en la Institución Libre de Enseñanza, siendo becado por la Junta de Ampliación de Estudios para viajar a Alemania. Allí, iniciaría el estudio de la filosofía de Cassirer, Cohen y Natorp, los neokantianos de Marburgo.
En 1912, obtuvo la Cátedra de Ética en la Universidad Central, momento a partir del cual se dedicaría a la docencia. Destacó en sus claras exposiciones, de alto valor didáctico, con ideas en la línea del kantismo. Su tesis doctoral trató sobre ‘La estética de Kant’ y, años más tarde, escribiría la monografía ‘La filosofía de Kant, una introducción a la filosofía’. A su vez, fue traductor de las principales obras del filósofo ruso-alemán entre 1912 y 1918: ‘Crítica del juicio’, ‘Crítica de la Razón Pura’, ‘Crítica de la razón práctica’ y ‘Fundamentación de la metafísica de las costumbres’. Igualmente, tradujo obras como las ‘Investigaciones Lógicas’ de Edmund Husserl, la ‘Decadencia de Occidente’ de Spengler y el ‘Origen del conocimiento moral’ de Franz Brentano.
También se interesó por el bergsonismo, escribiendo y publicando en 1917 ‘La filosofía de Bergson’. También estudió a los alemanes Rickert, Simmel, Scheler y Hartmann, tomando partido por el estudio de la axiología, y redactó artículos e investigaciones teológicas para la Revista de Occidente. Asimismo, se interesaría, ya en la década de los años veinte, por el biologismo histórico. En 1930, fue nombrado subsecretario de Educación Pública durante el ministerio de Elías Tormo. Dos años más tarde, tomó posesión como decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. En estos años, publicó ‘El mundo del niño’, ‘Ensayos sobre el progreso’, ‘Ensayo sobre la vida privada’ y ‘El ámbito anímico’.
En 1933, participó en la expedición que recorrió los principales yacimientos arqueológicos del Mediterráneo en el buque Ciudad de Cádiz, junto al arqueólogo Antonio García y Bellido. Tras el estallido de la Guerra Civil, marchó a París, donde experimentó una profunda vivencia de transformación interior, a la que se refirió como “el hecho extraordinario”. En ese momento, escuchaba a través de la radio un fragmento de ‘La infancia de Cristo’ del compositor Hector Berlioz. Desencadenaría su conversión al catolicismo.
En 1937, se instaló en Argentina, donde fue profesor de la Universidad Nacional de Tucumán, donde escribiría las ‘Lecciones preliminares de filosofía’. En 1938, regresó a España, iniciando su formación como seminarista en Pontevedra y Madrid, donde se ordenó como sacerdote en 1940. Fue miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Los últimos años de su vida los dedicó a completar sus investigaciones sobre la ‘Filosofía de la historia de España’. Falleció en la capital madrileña, en diciembre de 1942.