Entre violines y marchas
Violinista, catedrático de música y compositor español. Inició su formación en el Colegio Parisino y comenzó sus estudios de solfeo y violín con su padre, Agustín Lerate Castro, en 1917. Un año más tarde, pasó a estudiar violín con el concertista Fernando Palatín Garfias, dando su primer concierto público en el Ateneo de Sevilla, a la edad de trece años. En 1925, ganó el Premio Falla del Ateneo de Sevilla, creado por la Sociedad Sevillana de Conciertos. Posteriormente, se prepararía la carrera de armonía y composición con los profesores Eduardo Torres y Norberto Almandoz. En 1928, le fue otorgada una beca para estudiar en el Real Conservatorio de Madrid.
En la capital, se formaría en solfeo, violín, historia de la música, armonía y música de cámara y fue galardonado por el centro con el Premio Sarasate. A su regreso a Sevilla, organizó sendos conciertos de violín en el Ateneo, la Sociedad Sevillana de Conciertos y Radio Sevilla. En 1931, el Ayuntamiento de su ciudad le concedió una nueva beca para irse hasta la Escuela Normal de Música de París, donde perfeccionó sus estudios de violín con los maestros Chailley, Boucherit y Thibaud, y los de contrapunto con Nadia Boulanger. De nuevo en España, fue concertino de la Capilla Musical de la Catedral de Sevilla y de la Orquesta Bética de Cámara, y violinista fundador de la Orquesta de Cámara de Madrid. Igualmente, fundó el Trío Clásico de Sevilla.
En los años treinta, ingresó como socio de la Sociedad General de Autores y Editores y comenzó su labor docente en el Conservatorio de Música de Sevilla, donde obtuvo la Cátedra de Composición. En 1941, fue nombrado profesor auxiliar interino de Música de Cámara. En 1948, recibió un homenaje organizado, por el Conservatorio, donde se dio a conocer buena parte de su repertorio. Ese mismo año, obtuvo mención honorífica en el certamen José María Izquierdo, convocado por el Ateneo de Sevilla, por su obra para piano ‘Scherzo Bético’.
Paralelamente a su labor docente, también desempeñó tareas como profesor en otros centros académicos, como en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza San Isidoro de Sevilla. También fue nombrado profesor de la Cátedra de Violín del Hogar de San Fernando y profesor titular de Música de la Universidad Laboral de Sevilla mediante concurso nacional de méritos.
Escribió más de cien obras de distintos géneros musicales: sinfónico, de cámara, polifónico, religioso, popular… Además, armonizó e instrumentó obras para diversas agrupaciones de cámara y orquestas. Para la Semana Santa sevillana, compuso cinco marchas muy interesantes: ‘Cristo del Buen Fin’, ‘María Santísima del Dulce Nombre’, ‘Nuestra Señora de las Mercedes’, ‘Cristo del Mayor Dolor’ y ‘Jesús Ante Anás’.