La mente científica de un rondeño
Profesor e investigador español de fisiología, afamado por sus investigaciones en la estimulación eléctrica del cerebro. Tras sus estudios de medicina y realizar el doctorado en la Universidad de Madrid, trabajó como médico de campo en el bando republicano durante la Guerra Civil. Tras la contienda, tuvo que obtener de nuevo su título e hizo de nuevo el doctorado en el Instituto Cajal de la capital. En 1946, recibió una beca de la Universidad de Yale, siendo invitado por el prestigioso fisiólogo John Fulton para unirse al departamento de fisiología en 1950. En 1966, fue nombrado catedrático de fisiología; en paralelo, ejercía como director del laboratorio de neurobiología. Allí, Rodríguez Delgado continuó la línea de investigación llevada a cabo por el fisiólogo suizo Walter Rudolph Hess, premiado con el Premio Nobel de Medicina en 1959 por sus estudios acerca de la fisiología cerebral y del análisis de la conciencia de lo animales.
En la década de los sesenta, José desarrolló un proyecto enfocado a monos y simios antropoides, llevado a cabo en el archipiélago de las Bermudas. Se tituló “Implantation Multilead Electrode Assemblies and Radio Stimulation of the Brain in Chimpanzees” y fue apoyado por el Aeromedical Research Laboratory. Se estimulaba a una variedad de chimpancés que vivían en las islas en estado salvaje, ejerciéndose un control teledirigido de sus movimientos a través de unos implantes que registraban la actividad cerebral y la enviaban a un ordenador para procesarla. Estos estudios permitieron al médico rondeño mejorar la técnica del biochip. En 1969, creó un proyecto sobre UHF Stimulation System junto a su maestro Gerhard Weiss en el Aeromedical Research Laboratory de la división Médica Aeroespacial de las Fuerzas Aéreas Estadounidenses, patrocinado también por la Universidad de Yale, el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos, la Oficina de Investigación Naval, la Fundación de Neuroinvestigación y el Consejo Español para la Educación Científica.
También participó en el Proyecto Pandora, que integraba una serie de estudios del campo electromagnético basados en la modulación de voces y sonidos que provocaban en la mente de los soldados una influencia en su estado, perdiendo el autocontrol de las situaciones de máxima tensión, al igual que sucede en el campo de batalla. En 1970, el doctor regresa a España y ocupa la cátedra de fisiología en la Facultad de Medicina de la recientemente creada Universidad Autónoma de Madrid. Se jubilaría veinte años más tarde. En paralelo a la cátedra, desarrolló algunos proyectos de investigación en el Hospital Ramón y Cajal de la capital.
Su amplia producción de informes y artículos de investigación en revistas especializadas iba completándose con escritos muy interesantes como el publicado en 1969, titulado ‘The Physical control of the mind. Toward a Psychociviliced society’, o ‘Felicidad, cerebro y yo’, de 1995. En ellos se resumían sus principales campos de interés científico respecto al control de la mente. También se interesó por los mecanismos de inducción artificial de la esquizofrenia mediante el uso de la hipnosis, de ciertas radiaciones y la posible manipulación biológica. Analizó las posibilidades del uso de biogeneradores y su aplicación por parte de los servicios secretos como arma de lucha biológica de gran riesgo. Falleció en el estado de California en septiembre de 2011.