De Almería para el mundo
Compositor y pianista español, conocido en su época como maestro Padilla. Escribió música para más de trescientas películas y sus melodías, cantadas por estrellas del espectáculo como Raquel Meller, Barbra Streisand o Sara Montiel, aparecen en la filmografía de directores como Ridley Scott, Woody Allen o Federico Fellini. Su obra musical fue declarada de Interés Internacional por la UNESCO.
Nacido en la plaza de San Pedro de la capital almeriense, cursó sus primeros estudios musicales con Eugenio Lloret, director de la banda de música de Infantería de Marina. Con solo catorce años, escribió su primera partitura, titulada ‘Las dos palomas’. Poco tiempo después, se trasladó a Madrid para iniciar sus estudios en el Conservatorio Superior de Música. En la capital entró en contacto con grandes maestros de la zarzuela como Gerónimo Giménez o Amadeo Vives. En 1906, es contratado como director del teatro Barbieri y presenta su primera obra de teatro: ‘Socorro o la hija de Chispa’, que se estrenó en Almería. Del mismo año es la zarzuela ‘Mala hembra’, con letra de Ventura de la Vega, en la que Padilla utiliza el garrotín, un palo flamenco procedente del folclore asturiano.
En 1915, junto a los letristas Oliveros y Castellvi, el maestro compone el pasodoble con aires taurinos ‘El relicario’, popularizado por Raquel Meller. La obra constituyó todo un acontecimiento y traspasó las fronteras. En el mismo año, creó otro de los grandes temas de su carrera artística: ‘La violetera’. Este cuplé fue muy popular gracias a la interpretación de Sara Montiel en la película homónima. Charles Chaplin utilizó esta canción en su película ‘Luces de la ciudad’, en tiempos del cine mudo. Sus viajes por todo el mundo sirvieron de influencia en su obra; por ejemplo, su inspiración en Buenos Aires sirvió para componer tangos como ‘El taita del arrabal’, cantado por el mismísimo Carlos Gardel.
París, ciudad donde consolidaría su popularidad, le brindó buen número de éxitos. Otra de las grandes canciones de Padilla fue ‘Ça c’est París’, estrenada en 1926 por La Mistinguette en el Moulin Rouge. También en Francia surgió otro de las grandes piezas del repertorio del almeriense, ‘Valencia’, que posteriormente sería cantada por voces como las de Alfredo Kraus o Plácido Domingo. También escribiría, años más tarde, la música del cuento infantil ‘Pinocho’.
En sus visitas a Almería dejó siempre claro el cariño que le profesaba a su tierra natal. En 1935, es nombrado hijo predilecto y años más tarde compone el Himno de Almería, con letra del poeta José María Álvarez de Sotomayor. Compuso también, junto al poeta Manuel del Águila, el himno-plegaria a la Virgen del Mar, patrona de la localidad.
Una de sus últimas obras fue la revista-opereta ‘La hechicera de palacio’, estrenada por Celia Gámez en el Teatro Alcázar de Madrid en 1950. Entre sus números más populares se encuentra ‘La estudiantina portuguesa’, uno de los temas musicales protagonistas de la Revolución de los Claveles de Portugal en 1974. Padilla murió de un ataque al corazón en octubre de 1960.