Proyecto Atalaya

Federico Olóriz Aguilera

Granada, 1855 – Madrid, 1912

Antropología y anatomía

Médico e investigador español, especialista en anatomía, antropología física y criminología. Es una de las figuras más destacadas de la Generación de Sabios de científicos españoles, los nacidos a mediados del siglo XIX. Federico se licenció en Medicina por la Universidad de Granada en 1875. Dos años más tarde, obtuvo plaza como profesor clínico, cargo que desempeñó hasta 1883, momento en que consiguió la Cátedra de Anatomía de la Universidad Central. En esa época, ayudó a José Godoy Rico, catedrático de Cirugía en Granada, en una intervención donde se utilizó el método antiséptico de Lister por primera vez en la ciudad. Durante su etapa estudiantil, frecuentó la Sociedad Científico Literaria ‘La Juventud Médica’, que llegó a presidir.

Tras obtener la cátedra, el granadino se dedicó totalmente a la anatomía, que compaginó con su interés por la antropología física. Sus primeros artículos sirvieron de base para la confección del Manual de Técnica Anatómica, un célebre y bien elaborado tratado que fue libro de texto durante muchos años en las facultades de Medicina españolas. También publicó el ‘Nuevo compendio de anatomía descriptiva’, con nuevas cuestiones acerca de la embriología. Paulatinamente, Olóriz fue inclinándose por la antropología física, que podría abrir camino a nuevas vías y expectativas sobre un mejor conocimiento del ser humano.

Su estudio más completo sobre esta rama es la ‘Distribución geográfica del índice cefálico en España’, publicado en 1894. Contenía más de ocho mil mediciones antropométricas de reclutas militares españoles de todas las provincias. El estudio concluyó que, en general, la población española es dolicocéfala, con algunas particularidades propias según regiones, como en el caso de Cantabria, más braquicefálica que la del Levante español. Por la rigurosidad y seriedad de su análisis, esta memoria mereció el prestigioso Premio Ernest Godard de la Académie des Sciences de París. En 1896, ingresó en la Real Academia de Medicina de Madrid, leyendo su discurso ‘La talla humana en España’.

A finales del siglo XIX, el granadino abordó cuestiones como la longevidad en España, que planteó en el IX Congreso Internacional de Higiene y Demografía. Recogió datos de censos de población entre 1797 y 1887 para comprobar que las regiones con más centenarios se encontraban en Andalucía y Galicia. Por otro lado, se interesó por la craneometría, llegando a reunir en vida más de dos mil cráneos. A comienzos del siglo XX, fue nombrado inspector de Identificación Judicial, director del Gabinete Central de la Cárcel Celular de Madrid y profesor de Antropometría y Dactiloscopia en la Escuela de Criminología. En esta época, se centró en la dactiloscopia como método para clasificar e identificar a los individuos.

También fue miembro de la Real Academia de la Historia, presidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural y miembro de la Academia de Ciencias de Portugal. Durante toda su vida, mantuvo una estrecha amistad con Santiago Ramón y Cajal y Benito Hernando Espinosa. En 1955, el Ministerio de Educación creó el Instituto Federico Olóriz Aguilera con el objetivo de fomentar la investigación sobre la figura de Olóriz y sobre morfología. En 1970, se transformó en un centro coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En detalle:
· Fue el creador del sistema de identificación dactilar usado en España y Portugal antes de la llegada de los sistemas informáticos.

· Trabajó en campos como la antropología, estudiando el índice cefálico en España, y el tratamiento del cólera.

· Era especialmente perspicaz a la hora de observar con detalle y explicar aquello que quería contar o sobre lo que investigaba.

· El doctor acostumbraba a medir el cráneo de sus hijos y a estudiar su evolución, al igual que solía medir su propia orina.

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