El verso libre
Cantaor de flamenco considerado como uno de los principales renovadores del género. Inició su carrera artística a edad muy temprana cantando por los bares y tabernas de su barrio del Albaicín. Muy pronto, en su adolescencia, viajó a Madrid para entrar en contacto con los ambientes flamencos de la capital.
Allí desarrolló su aprendizaje de la mano de los viejos cantaores, como Pepe el de la Matrona, Manolo de Huelva o Bernardo el de los Lobitos. Morente era conocido en aquella época como Enrique el Granaíno. En la década de los sesenta realizó sus primeras actuaciones en la peña flamenca Charlot, así como en la Casa de Málaga y en diferentes salas de fiesta. Fue adquiriendo fama como uno de los más sólidos valores del flamenco joven y poco a poco fue consagrándose como uno de los artistas más completos del cante jondo.
Su primera grabación fue ‘Cante Flamenco’ (1967). Su marcada y personal voz, así como el amplio registro que poseía, lo llevó a buscar nuevas vertientes a los estilos tradicionales. Era un apasionado de la poesía, permitiéndose el lujo de incorporar en sus temas las letras de diferentes autores españoles. Prueba de ello son sus álbumes discográficos ‘Homenaje flamenco a Miguel Hernández’ (1971) o ‘Se hace camino al andar (1975), en los que musicó versos de Miguel Hernández y Antonio Machado, y otros dedicados a Jorge Guillén, San Juan de la Cruz, Al-Mutamid, Lope de Vega o José Bergamín. Incluso adaptó al flamenco algunos de los temas del cantautor canadiense Leonard Cohen.
A pesar de no saber de lenguaje musical, compuso piezas para cine, televisión y teatro. Del mismo modo, su gran versatilidad y creatividad le impulsó a realizar sólidas apuestas de integración entre la música culta y el flamenco, como en ‘Misa Flamenca’ (1991) o ‘Alegro, Soleá y Fantasía de Cante Jondo’ (1995).
En 1996 grabó junto al grupo Lagartija Nick el álbum ‘Omega’, en el que se fusionaban flamenco y rock; supuso una auténtica revolución entre los más puristas del género. En aquellos años apoyó el inicio de la carrera musical de su hija, Estrella Morente, que se ha consolidado como una de las mejores cantaoras del presente siglo.
En 1998 publicó ‘Lorca’, rindiendo homenaje a su paisano. En ‘El Pequeño reloj’ (2003) puso voz a poemas de Quevedo, Bécquer y León Felipe, con ritmos tan heterogéneos como los de la música sefardí, el jazz o las sinfonías de Beethoven. En septiembre de 2005 presentó ‘Morente sueña la Alhambra’, una visión oscura, poética y mestiza del monumento granadino y de las imágenes que le inspiraba su ciudad natal. Uno de sus últimos discos fue ‘Pablo de Málaga’, dedicado a la figura de Picasso.
La trayectoria de Enrique Morente mereció, entre otros galardones, el Premio del Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez (1972), el Premio Nacional de Música Popular (1978) y el Premio Nacional de Música (1995). Aunque algunos consideraron herética su evolución, su obra ejerció fuerte influencia y contó con gran número de seguidores.