Proyecto Atalaya

Bernabé Soriano

Jaén, 1842 – Madrid, 1909

El médico de Jaén

Médico y filántropo jiennense, muy querido en su ciudad durante finales del siglo XIX y conocido como “el padre de los pobres”. Estudió bachillerato en el Instituto de Jaén y, posteriormente, la licenciatura de Medicina en la Universidad de Granada. Fue gobernador de la Santa Capilla de San Andrés. Tras el descubrimiento de los rayos X en 1895, Soriano viajó a Barcelona para asistir a una conferencia sobre los mismos, siendo el primer médico en Jaén que los instalará en 1908. Tenía su consulta en la calle Jiménez Serrano de la capital del Santo Reino.

Fue llamado el médico de los pobres, a los que atendía de manera gratuita. En 1885, cuando se declaró la epidemia de cólera en la ciudad y la ermita de San Félix, transformada en Hospital de Coléricos, no podía acogerlos, Bernabé Soriano no los desatendió, acudiendo a sus casas de día y de noche sin distinción. En reconocimiento a su labor, recibió la Cruz de la Beneficencia. Cinco años más tarde, se le rindió homenaje en la Caja de Socorro e Ilustración, más conocida como el Casino de Artesanos, en la que trabajó durante algún tiempo. Uno de sus pacientes fue Antonio Almendros Aguilar, político y poeta del municipio de Jódar.

Destacó como buen profesional y amante de la medicina, estudiando e introduciendo en la ciudad los últimos avances de la medicina, como un gabinete electro-terapéutico. Con sesenta y siete años, partió en tren desde Jaén a Madrid, donde fallecería veinte después. Su féretro llegó a su ciudad natal en julio de 1909 con el tren correo, siendo recibido por el gobernador eclesiástico con todo el clero, la Diputación, el Ayuntamiento, representaciones de toda las entidades y centros, y el vecindario en masa, sin distinción de clases.

Tras su muerte, Jacinto Higueras realizó en 1915 una estatua en bronce de su figura, situada actualmente en la Plaza de la Constitución. La corporación municipal, a propuesta del Conde de Humanes, le dedicó una calle principal en vida, cambiando por su nombre el de la hasta entonces Calle Real de la Carrera.

En detalle:
· Introdujo importantes novedades en su ciudad, como los rayos X o el gabinete electro-terapéutico.

· Fue llamado el médico de los pobres, a los que atendía de manera gratuita.

· Destacó como buen profesional y amante de la medicina.

· Su escultura monumental fue costeada por suscripción pública en homenaje a uno de los personajes más importantes de la ciudad de Jaén en el siglo XIX.

Newsletter

He leído y acepto el Aviso legal