Filosofía democrática
Filósofo, escritor y profesor español. A los veinte años de edad, inició sus estudios de Filosofía en la Universidad Central de Madrid. Desde muy joven, participó activamente en la lucha republicana, formando parte de la Juventud Socialista Unificada. Tras el estallido de la Guerra Civil, se alistó al ejército y se unió al departamento de prensa y propaganda. En 1939, partió al exilio hacia Francia, viajando posteriormente a México en el buque Sinaia junto a los poetas Juan Rejano y Pedro Garfias. Varios meses más tarde, llegó a Veracruz, junto a numerosos intelectuales españoles, acogidos por el gobierno del General Lázaro Cárdenas.
En México, fue miembro fundador de las revistas Romance, España Peregrina y Ultramar. Los primeros años del exilio fueron de intensa actividad política y literaria, escribiendo ensayos como su texto autobiográfico ‘Mi vida filosófica’. Durante los años cuarenta, residió en Morelia y Ciudad de México. Publicó su libro de poesía ‘El pulso ardiendo’ y continuó con sus estudios filosóficos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1959, fue nombrado profesor a tiempo completo de dicha institución.
Su obra ha tomado siempre direcciones muy claras hacia la ética, la estética, la filosofía política y la filosofía contemporánea, aunque nunca dejaría de abordar otras problemáticas. Intentó fundar una ética mucho más científica, que combatiera el apriorismo, el utopismo y el moralismo. Respecto a la estética, también postuló ideas frente a tesis cerradas o normativas de la filosofía tradicional. Adolfo sostenía una una concepción abierta de la relación estética entre el hombre y la realidad, concibiendo al arte como una forma de praxis. En su ensayo ‘La filosofía de la praxis como nueva práctica de la filosofía’, concluyó que el marxismo representa una innovación radical en la filosofía.
Hizo una profunda reflexión sobre el legado de Marx y sus consecuencias en los ámbitos sociales y políticos: destacaba sus concepciones originales a la vez que se oponía firmemente a las falsificaciones y dogmatizaciones realizadas en su nombre. En la década de los ochenta, criticó el “socialismo real” y fundamentó la tesis de un socialismo democrático. El algecireño fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad de Cádiz y la Universidad Nacional de Estudios a Distancia de España. Recibió la distinción de Alfonso X el Sabio de manos del Rey de España y el Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Humanidades. Además, sus obras han sido traducidas a varios idiomas.