De lunes a viernes de 9.00 a 21.00 horas. En julio, abierto hasta las 19.00 horas. Cerrada del 3 al 27 de agosto.

Exposición fotográfica PLAYER 2, de Enrique Escandell.

Enrique Escandell, nacido en Valencia, es un fotógrafo capaz de captar a través de su objetivo esos detalles que suelen pasar desapercibidos. Organiza juegos con elementos que le salen al paso en imágenes sencillas, composiciones en las que prima la naturalidad sin artificios, pero que contienen historias breves que se descubren tras varios visionados. Imágenes a través de las cuales el espectador puede formar parte del mundo de Escandell, los lugares que visita y su visión sobre ellos. Lo peculiar de su fotografía se encuentra ahí, en su capacidad  de hablar de grandes cosas a través de pequeñas historias.

Su vocación como fotógrafo viene de su relación con el graffiti como escritor desde muy temprana edad.

Pocos años después de finalizar sus estudios de informática en la Universidad Politécnica Valencia decide formarse en el ámbito de la Fotografía Artística en la EASD, al terminar obtiene una beca de la Escuela Lens para realizar un Máster de Fotografía de Autor y se traslada a Madrid. En la actualidad trabaja como fotógrafo, combinando encargos  comerciales con el desarrollo de proyectos personales.

Player 2

En cada capital de Europa hay un grupo de individuos que dedica su tiempo libre a un objetivo muy concreto, lúdico y ritual. Es una subcomunidad dentro del graffiti particularmente cerrada e inaccesible. Su objetivo no son los muros de la ciudad, ni siquiera los trenes de largo recorrido como en otras comunidades, su objetivo es el más remoto e impenetrable: el metro, una cripta urbana a la que muy pocos pueden acceder.

Este proyecto explora y documenta todo este proceso al que llaman “misión”. Las noches en vela estudiando cómo colarse en las cocheras, conseguir sortear cámaras, sensores, vallas, vigilantes, policía y llegar hasta los vagones. Es el retrato del proceso común en torno al cual orbita una sociedad subterránea donde la identidad se construye a través de lo escrito en un vagón, donde la pieza final es una excusa para vivir en una especie de videojuego.

Pero para que exista un juego debe haber un contrincante, aquél cuyo objetivo es atrapar a los escritores de graffiti. En “Player 2” podemos ver el punto de vista de la policía a través de sus propias fotografías o las imágenes de las cámaras de seguridad de las empresas de metro usadas en investigaciones y juicios en contra de los escritores.